Carta a un israelí

Querido amigo,

Como sabes dejé los Bosques húmedos de la región del Mekong que tanto me habían encandilado durante este último año para comenzar el regreso a casa poco a poco. De camino, decidí vivir contigo lo que sería de nuevo una inolvidable aventura en Medio Oriente, conocer mejor uno de «tus países», conocernos más y aprender a seguir transformándome a través del «conflicto», en todos los sentidos y con todos ellos abiertos.

Aterricé en Tel Aviv y enseguida todo comenzó a ser muy fácil, como si fuera ayer, en pocos «segundos» estábamos en marcha con nuestro Willy amarillo cargado hasta los topes rumbo a Eilat. Allí acampamos con Jordania al frente de nuestra tienda y Sinai a un lado, nos sumergimos en el Mar Rojo y «estrellado», nos adentramos en los cañones del Negev, exploramos sus gargantes, nos fusionamos con La Tierra, saboreamos cada «waffel», admiramos los gigantes Majtesh, nos encontramos con los kibutzim, nos manifestamos en las dunas, paseamos por el pasado de los Nabateans… hasta llegar al Mar Muerto.

Allí, nos sorprendimos con las gigantescas construcciones de Herodes y la historia de Masada, visitamos los invernaderos de agricultura orgánica, observamos la grietas y recovecos tan especiales de los wadis, caminamos y caminamos con emoción durante horas, sentimos los minerales y la suspensión acuática en el punto más bajo del Planeta y entonces, nos adentramos en Jerusalém. Mezquitas, sinagogas e iglesias… Musulmanes, judíos y cristianos… Historia, religión, cultura, sociedad… paseamos por el solitario barrio armenio, el ordenado, limpio y nuevo barrio judío, el caótico y excitante barrio árabe donde degustamos humus, knafeh, té, café tantas veces… hasta llegar por la renombrada Vía Dolorosa al concurrido barrio cristiano, lugar de disputas entre ortodoxos, armenios y católicos. Visitamos el Domo, la mezquita de Al-Aqsa, el Monte de los Olivos, la ciudad del Rey David… e intentamos entender todo este mogollón de evidencias, creencias, historias… sin volvernos del todo «locos».

Seguimos camino hacia el norte, con mañanas de sirenas por misiles, cazas a todas horas, carteles de minas antipersona en cada rincón, bunkers sirios y algunos sustos debido a la aceleración de mi corazón que terminaban, por suerte, en carcajadas. Luego pasamos rozando e incluso «enganchándonos» a Líbano, llegamos al Mediterráneo, dormimos en el «país» de Eli Avivi, y bajamos por la costa degustando el pescaíto en la bella Akko, paseando por Haifa y despidiéndonos de nuevo con un anaranjado atardecer en Tel Aviv.

Definitivamente, llegué a estas tierras por ti y me hiciste comprenderlas y amarlas, pero no podía irme de ellas sin saltar algunas «fronteras», así es que decidí cerrar mi periplo ni más ni menos que en… Palestina (que raro suena esto…) y esta es la parte difícil de contarte, pero quería hacerlo porque tú no «puedes», no «debes» venir aquí, pero no sabes lo que me gustaría que vieras todo esto con tus propios ojos, con tu mirada de ahora y no la de hace años y que pudiéramos seguir haciéndonos preguntas juntos, encontrando después nuestras propias respuestas, a nuestra manera, con nuestros valores, sin juicios pero inevitablemente sin neutralidad… Hay muchas cosas que necesito seguir aprendiendo, muchas cosas que creo que jamás entenderé de ambas posturas, muchas cosas que me encantan de estas tierras y muchas otras con las que no puedo estar de acuerdo.

Estoy aquí, a un lado del muro israelí, pintado y decorado con bellos mensajes y dibujos que lo hacen atractivo, curioso no? Mensajes que no ven aquellos a los que van dirigidos al otro lado del muro, curioso no? Sí, he paseado varios kilómetros a lo largo de él sacando fotos y deteniéndome a leer cada palabra, pero hubiera preferido no haber tenido que hacerlo nunca, que este muro, que esta división, que esta violencia de ambos lados nunca hubiera llegado a este punto, a estas bellas tierras, al corazón de todas vosotras, bella y variopinta gente… judía, musulmana, cristiana, palestina, beduina, israelí, rusa, polaca, argentina… hermanos y hermanas.

Recorría la zona A, completamente custodiada y gestionada por palestinos, la zona B, gestionada por palestinos pero bajo control israelí y la zona C, contralada completamente por Israel. Hablé con sus gentes, de todas clases, hablé con militares, algunos, entré en algunas casas en las que me invitaron a té, jugué con los niños, planté árboles como forma pacífica de resistencia, me adentré por los campos de refugiados, ahora auténticas ciudades… desde Belén a  Hebrón, donde deambulé bajo las redes que paran los objetos arrojados desde los asentamientos israelís que galopan sobre la ciudad asediada. Topé con las puertas cerradas de muchos mercados, de muchas casas de vecinos y de la escuela, en la franja «militarizada», la división musulmana y judía en la Tumba de los Patriarcas… calles vacías, tristeza y soledad.

Pero sobretodo y a pesar de las circunstancias, la presión y el desempleo, como al otro lado del muro, recibí mucho amor y muchas sonrisas y entonces… siempre la misma pregunta volvía una y otra vez ¿por qué toda esta rica y valiosa diversidad que crea esta buena gente  de aquí, de allí, de allá está metida en semejante conflicto? Y sí, siempre las mismas respuestas… control de los recursos naturales, poder y dinero, terrorismo, creencias radicales, cultura extremista, violencia, colonialismo, negocio… dicen unos y otros… y la complejidad aumenta y aumenta…

Yo, amigo, como sabes, también puse mi papelito en algún rincón del muro de los lamentos, en aquella esquinita para aquellas que somos «creyentes» de que un Mundo sin fronteras es posible, que un Mundo con más personas plantando juntas semillas de Paz está ya en activo, un Mundo en el que todas miremos a la persona que está en frente, en el lado opuesto y diferente y la escuchemos con el corazón abierto sabiendo que en todo lo que dice hay una parte de razón que nos va a hacer aprender y transformarnos.

Esto no va a ser fácil pero ya sabes, yo apuesto en positivo, buscando y activando siempre todas las opciones que hacen que UN SUEÑO SE HAGA REALIDAD! Pará pará!

Paz, мир, Peaceשלום  , سلام, Hòa bình. Eva

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De consumidoras a Eco-productoras

HEPA se llenó de nueva energía. 33 estudiantes de la Universidad de Hanoi, de la carrera de Agricultura convivieron con nosotras estas 2 últimas semanas. Llegaban desde la gran urbe del consumo a un remoto lugar desconocido, de su propio país, para sumergirse en otro estilo de vida, aprender de nuestras jóvenes indígenas y re-conectar con la tierra.

Los objetivos eran tres:

1. Para ellas entender que es Eco-farming, vivirlo y practicarlo.

2. Para nuestros cuatro K1A, que liderarían el proceso de aprendizaje, seguir desarrollando sus habilidades de facilitación de procesos.

3. Para todas, poner mucha energía positiva y aplicar los principios permaculturales en nuestras granjas para que sigan desarrollándose hacia la autosuficiencia.

Para que todo esto ocurriera, diseñamos un programa acorde con nuestro «Design Process» , cinco pasitos para aprender juntas a través del «teaching by learning» y «learning by doing».

Comenzamos con una pequeña presentación para ir conociéndonos, luego una introducción a HEPA y sus 3 principales áreas: la zona superior donde vive el Da Tree, el árbol sagrado, la cumbre de la espiritualidad; la montaña media, el Bosque que nutre y proporciona tantos beneficios a este sistema y en las zonas más bajas, las granjas de demostración, dónde los estudiantes vivirán y practicarán divididos en grupos de 8 personas.

Nos adentramos en el Bosque para observarlo con todos nuestros sentidos, en busca de patrones, de sabiduría, de la enseñanza que mamá naturaleza siempre brinda. De ahí comenzamos a conectar cosas, a entender los valores esenciales del Eco-farming: sabiduría tradicional-local, principios y creencias.

Luego llegarían algunos métodos de diseño permacultural para ayudarnos a entender nuestras granjas:

  • Análisis sectorial: investigando las energías exteriores (agua, vientos, sol, lluvia, nutrientes…)
  • Análisis zonal: descubriendo nuestras energías interiores, cuanto tiempo pasamos en cada zona, distancia para llegar a ellas, usos…
  • Mapa de pendiente: para entenderla y usarla correctamente
  • Mapas mentales: como herramienta para conectar elementos del sistema

Y por supuesto, intentado conectar en todos los talleres unos métodos con otros para lograr una visión más holística.

Además, el trabajo en equipo en las granjas para:

  • Reparar el sistema de aguas: recolección, distribución, almacenamiento, uso, limpieza… traducido en ponds, swales, reed beds, banana circles,
  • Preparar compost y aportar nutrientes a los frutales y huertos a través del acolchado (mulching)
  • Construir nuevas terrazas de arroz, plantar leguminosas intercaladas con los cultivos para nutrir el suelo (Alley crops), plantar Lemon grass y Galenger en los caminos para protegernos de las serpientes o plantar piñas para parar la erosión en las zonas de pendiente.
  • Reparar los sistemas animales (chicken tractor), las granjas de lombrices, o la zona de juego de los cerdos…

Más, la visita a los centros espirituales para hacer una celebración y ofrecimiento, en la zona más alta de HEPA: H7 y el Da Tree…

Y las actividades colectivas, jugar Volley-ball, bailar, celebrar el día de la mujer vietnamita y otras «pequeñas locuras» en cada granja al anochecer (karaokes, re-cenas, cartas…) hicieron vibrar estos días una energía muy especial en este bello entorno.

Y es que no hay nada como la DANZA DE LA DIVERSIDAD, no exenta de pequeños conflictos claro, pero éstos nos hacen transformarnos poquito a poco para entender a las personas que tenemos enfrente, para disfrutarlas, para preguntar y dialogar… la vida de la ciudad y del campo, las mayorías y las minorías étnicas, los países y culturas, las edades, las necesidades personales y colectivas, las formas de hacer…

ESPÍRITUS JÓVENES que unen sus manos para hacer un gran círculo que camina alrededor de la naturaleza, canciones en diferentes idiomas que nos hacen encontrarnos en paz, sonrisas y miradas cómplices que nos conectan hoy y para siempre… pequeñas amigas, les dije en mi hasta luego, en los próximos años el Mundo, el Planeta, va a necesitar vuestra ayuda, gente dispuesta a «saltar barreras» para trabajar juntas hacia algo más justo y mejor para todas, espero que la magia continúe.

Ésta ha sido otra fascinante aventura, apoyando un proceso de aprendizaje peer to peer (P2P): libertad para actuar, libertad para comprometerse, participación e inteligencia colectiva, desde la «invisibilidad», guardaré la capa y la varita que me han ayudado ;-). Seguimos, Eva

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CULTURA DEL ARROZ

Después de un año conviviendo y viviendo gracias al arroz, siento que es un privilegio para mi poder escribir algunas palabrejas intentando explicar lo que esto significa.

Además de comerlo tres veces al día: desayuno, comida y cena como arroz hervido y en sus otras múltiples expresiones asiáticas: noodles, papel de arroz para hacer nem (los llamados spring rolls vietnamitas, una de mis comidas favoritas), galletas de arroz, vino de arroz, etc… Todo lo que acompaña a la semilla en sí, forma parte de una cultura “sin fronteras” que aprovecha y utiliza hasta la última brizna de la cosecha.

Y por supuesto, maravillada de toda esta mágica y multifuncional dinámica, no podía por menos que aprender como cultivarlo y seguir todo el ciclo de este fascinante cereal. Eso sí, de forma ecológica, siguiendo los principios permaculturales. Aquí van algunos pasitos de lo que yo he vivido de este sostenible proceso:

1. Lo más importante: Conocer a Vu, un jóven indígena de la etnia H’mong. Nació en Simacai, en el norte de Vietnam, frontera con China, en una familia muy pobre con 7 hijos, él es el quinto. Se crió entre las terrazas de arroz dibujadas en las montañas que rodean su comunidad, sin muchas opciones para estudiar. Gracias a su entrega, entusiasmo y su potencial de liderazgo fue elegido por la comunidad para optar a la oportunidad de venir a estudiar a HEPA, y aquí lleva unos 3 años viviendo en Thuong Uyen y practicando Eco-farming. Cualquiera que tenga la suerte de conocerle puede entender que es alguien especial, yo espero estar contribuyendo aunque sea un poquito a que pueda cumplir sus sueños de proteger los bosques y cambiar las dinámicas de agricultura insostenible de la región del Mekong. Gracias Vu, sin tí, este aprendizaje no hubiera sido posible.

2. Comenzamos a movernos: Lo primero observar el terreno, visualizar, entender, conectar y entonces diseñar nuestras terrazas de arroz. Seguimos el contorno del paisaje para trabajar “en línea clave” con la Tierra, dibujamos con nuestros azadones la obra de arte. El agua es esencial. Cómo conseguiremos mantenerla más tiempo pero que fluya y permanezca viva para que vuelva a su ciclo natural es fundamental. Nuestro amigo búfalo nos echará una mano al final para que el suelo esté listo.

3. Modelamos: Como artesanas trabajando con sus vasijas de barro, fijamos las paredes y reparamos las discontinuidades. También adqueriremos algunas costumbres búfalas que funcionan a la perfección, no hay nada como rebozarse en el barro para rebajar el calor y protegerse de los mosquitos. ¡Fantástico!

4. Fijamos el suelo: Estamos en un clima tropical, la pluviosidad durante la estación de lluvias es muy alta y la erosión del suelo grande. Plantamos en los bordes piñas que nos ayudan a estabilizar el suelo y evitar la erosión. Además entrecalamos leguminosas, que nos ayudarán a nutrir el suelo y aportarle nitrógeno.

5. Plantamos: Las briznas de arroz en Febrero. Y la cosa tiene su técnica. Lo hacemos en comunidad, todas juntas vamos más rápido. ellas mucho más que yo por supuesto.

6. Nutrientes: Durante los meses de Marzo, Abril y Mayo se le aporta al suelo abonos naturales, limo, hojas de árboles, compost y abono de búfalo cuando está “disponible”.

7. Recogemos la cosecha: El 3 de Julio pudimos recoger nuestra cosecha de arroz ecológico que dejamos secar durante día y medio antes de comenzar a sacar el grano. Aún recuerdo la velocidad a la que la mujer vietnamita que nos ayudó movía la “hoz” y me miraba con cara de “hija date un poco más de brío”… luego descubriríamos que mi “hoz” no funcionaba correctamente… en fin estas cosas que me pasan a mí, algo parecido a aquella leyenda de las pieles de foca para los esquís…

8. Y a darle golpetazos: Y es que no hay nada como zumbarle a las briznas de arroz contra la carretilla para quitarse cualquier problemilla de encima, ejercicio de desestrés recomendado…;-)

9. Rituales y celebraciones: Y bueno tras el ritual de veneración a los espíritus de la Tierra que Vu celebró en Mayo para proteger la cosecha, llegó la comilona en plan “paella” vietnamita para zamparnos lo que tan cuidadosamente hemos cultivado.

Ahora le toca a la tierra descansar un rato y rotar los cultivos: maíz, guisantes, cacahuetes y calabacines serán plantados pronto. La paja del arroz la hemos utilizado para cultivar hongos (os lo contaré pronto) o para abonar las terrazas de nuevo.

A mí, aún me queda mucho por aprender pero la dieta del arroz me mantiene con fuerzas sobradas para seguir practicando y profundizando en un ciclo sin fin, que lleva alimentando al mundo durante siglos… Eso sí, de vuelta a casa espero “cocido madrileño”. Besos, Eva

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Respiro, luego existo

El título de este post, sería la respuesta que, según el activista thai Sulak Sivaraksa, Buda nos daría para resolver nuestros actuales dilemas: Respiro, luego existo.  Y es que,la mayor parte del tiempo andamos atontadas dándole vueltas a miles de «problemas» que nos creamos por tender a la complejidad en vez de a la simplicidad, olvidándonos del fascinante valor de nuestra respiración, sin ella no estaríamos vivas.

Al hilo de ésto y del momento en el que me encuentro, extraído del interesante libro: «The Wisdom of Sustainability, Buddhist Economics for the 21st Century» de Sulak Sivaraksa, os dejo esta Breath of Peace, aliento de Paz de otro gran activista social esta vez vietnamita Thich Nhat Hanh, aquí va:     

Breathing in, I calm my body/ Inhalo, mi cuerpo se calma

Breathing out, I smile./Exhalo, sonrío.

Dwelling in the present moment, /Vivo en el momento presente,

I know this is a wonderful moment! / ¡Sé que es un momento maravilloso!

Breathing in, I know that I am breathing in./ Inhalo, sé que estoy respirando.

Breathing out, I know that as my in-breath grows deep,/ Exhalo, sé que mi respiración llega profundo,

my out-breath grows slow./ mi exhalación crece lentamente.

Breathing in, I feel calm. /Inhalo, me siento tranquila.

Breathing out, I feel at ease./ Exhalo, me siento a gusto

As I inhale, I smile./ A medida que inhalo, sonrío.

As I exhale, I release all accumulated pressures./ A medida que exhalo, libero todas las tensiones acumuladas.

Breathing in, I know there is only the present moment./ Inhalo, sé que es sólo el momento presente.

Breathing out, I know it is a wonderful moment./ Exhalo, sé que es un momento maravilloso.

Ahora sólo queda practicarlo, disfrútalo!! ;-)!! Hoy otra Luna llena. Besos, Eva

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Empapada de la magia del Mekong

Aquí vuelvo con algunas líneas tras tres meses sin lograr articular media palabra en esta plataforma. Tres meses en los que me he sumergido de lleno en las aguas del Mekong, tres meses… se dice pronto, en los que necesitaba concentrarme en cerrar algunas asignaturas pendientes para aprender otras nuevas, tres meses cargados de lecciones que irán apareciendo poco a poco a lo largo de las siguientes entradas en el blog.

Comenzaba el verano recorriendo Vietnam, Cambodia y Laos… a modo Willy Fog, con Rigodón, digo Julio a mi lado… en tren, en autobús, en canoa, en moto, en bicicleta… nos acercamos al norte de Vietnam para convivir con la multiculturalidad indígena presente en Sapa, allí conoceríamos algunas amigas de las etnias Black H’Mong y Dzao, que nos enseñarían como teñir sus tejidos con las hojas del índigo, como fabricar ropa con las finas hebras de la marihuena, como llenar los mercados de color y sonrisas.

De ahí bajamos a Quang Binh, donde de la mano de mis amigos Hong y Hue, entenderíamos la estrategia de CIRD (Centro Indígena de Investigación y Desarrollo), conoceríamos las redes de agricultoras, la organización de mujeres en Saving & Credit groups o los problemas a los que se enfrentas los escasos 1000 Ma Lieng indígenas que existen.

Luego llegaría el dolor de los restos de aquella guerra en los alrededores de Hué y en tantos otros rincones, la guerra de Vietnam, todas las huellas que Norte América dejó en estas tierras, pero como dicen aquí, eso forma parte del pasado… y con todos aquellos con lo que hemos hablado que la vivieron, aquellos que corrían bajo el rugido de los helicópteros o el sonido de las bombas, los que tuvieron que vivir en los túneles bajo tierra durante años, viven el presente y miran hacia el futuro como si nada de todo aquello hubiera ocurrido.

Volveríamos a la bella Hoi An, mi especial paraíso para recuperar fuerzas, subiríamos a las colinas de Dalat para observar todos los cafetales y el terrorífico paisaje de plásticos para el comercio de flores, hasta adentrarnos en el Delta del Mekong, un paraíso indescriptible en el que la VIDA FLOTA.

Comenzaba entonces la remontada del Mekong hacia Cambodia para recorrer el Este, para encontrarnos con la naturaleza más salvaje. Cruzamos Phnom Penh sorprendidos con todos los proyectos sociales en desarrollo. Nos emocionábamos con especies estrellas como los elefantes y los delfines de río, que son la esperanza para proteger lo que aún queda de naturaleza virgen y a la gente que vive en ella. Tierras rojas, mucha lluvia, sanguijuelas (que te renuevan la sangre y te mantienen bien entretenida), hamacas para dormir, compañeros rangers e indígenas, baños en el río, canoas, sorpresas, fascinación, tala ilegal, barro… miles de palabras podrían dar sólo una pequeña idea de lo que fueron aquellos días fusionados con la madre tierra.

Y llegamos a la tranquila Laos, dónde las piedras de las ruinas de reinos pasados decoradas con el verdor de los musgos te  hacen creer que te encuentras en medio de un cuento de hadas. A pesar de la lentitud del transporte en estas latitudes conseguimos nuestros objetivos y nos adentramos en cafetales orgánicos, comunidades remotas y cuevas kársticas que te alegran los sentidos.

Ahora ya llevo otro mes de vuelta en «casa», mi casita asiática en HEPA, dónde sigo aprendiendo a pleno pulmón, asilvestrada y rodeada de una joven comunidad que se hace más sabia compartiendo poco a poco. Muchas lecciones aprendidas por contar… llegarán pronto. Gracias Julio por esta nueva aventura y gracia a tí por seguir ahí. Eva

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Un día lleno de regalos…

Aquí van algunos de ellos:

ENERGÍA POSITIVA: Mi día comenzaba a las 5,30 h cuando abrí los ojos al escuchar algún sonido del exterior de la casa Thay en la que vivo y sorprendentemente (para esas horas) me sentí llena de energía así es que me baje para saludar al Sol haciendo un poquito de Yoga.

NORMALIDAD: Era viernes por lo que me tocaba dar de comer a los cerdos, como todos los viernes. Lo único es que se habían acabado los troncos de Banana, el complemento perfecto para la comida que les preparamos cuidadosamente, aquí se cocina para ellos. Junto con Vin, nos fuimos a cortar un tronco de Banana, elegimos uno bien grande para alimentarlos bien. Tronco en el hombro y a la faena…

DOLOR: Me adentré en el Bosque en busca de bamboo para lo que vendría después. Con mi cestita H’Mong atada a la cintura, para transportar mi machete y recolectar frutos del bosque, regalo de Su, con el mismo Su y con Thao, comenzamos a abrir camino en busca del resto del equipo y del bamboo. En algún punto de la exploración, vi como algo venía muy rápido directo hacia mí y tras esto un dolor muy fuerte en la palma de mi mano y luego dos segundos después en mi hombro que me hizo tambalearme… entre la sensación de mareo conseguí ver con el rabillo del ojo dos avispas tamaño helicóptero que me miraban con ganas de atacar de nuevo. Su me chilló rápidamente que no me moviera y aunque resultaba más fácil pensarlo que hacerlo, yo confié en él plenamente, intentando respirar profundo y casi meditar en medio de esa tremenda sensación dolorosa… Thao, entre sollozos, decía algo en Vietnamita, que no conseguía entender… luego me contaron que llamaba a su madre, presa del miedo…

SABIDURÍA ANCESTRAL: Nuestro objetivo bamboo fue abandonado, Su y yo conseguimos escapar de las avispas escalando cuesta arriba como pudimos, Thao tomó rumbo hacia abajo para evitar atravesar la zona conflictiva… nos juntamos junto en el río, lo atravesamos nadando y de vuelta a «casa» , me encontré que mi mano y mi hombro tomaban forma morcillosa. Mucho hielo, bálsamo de tigre y suerte que justo estos días nos visitan unos élderes con saberes en medicina natural y me han encontrado unas hierbas que tengo puestas en la mano y que han bajado toda la hinchazón… el picazón también ha remitido, esto marcha…

AMISTAD MULTICULTURAL: ¿Y por qué el bamboo? Bueno, pues porque mis jóvenes indígenas (Thay, San Diu, H’Mong, K’mut…) habían decidido regalarme un día de trabajo colectivo para construir una balsa en la que navegaríamos al anochecer alrededor del espejo de agua junto a Thuong Uyen, la casita de la eco-granja de Vu. El resto de muchachos volvieron con troncos y troncos de bamboo sobre sus hombros, son como hormiguitas, ¿cómo es posible que puedan cargar tanto peso siendo tan pequeños?, tanta energía útil concentrada y empleada entre medias del bosque, el río, el camino… Pasamos una tarde bien divertida pensando, diseñando, cortando, re-cortando, uniendo y creando… para construir una bonita embarcación…que fue estrenada inmediatamente bajo un tremenda tormenta tropical, que no nos dejaría celebrar- cumplir nuestro sueño… del todo. Es decir, no nos dejó poner velas alrededor de la balsa aquella noche y pasarla juntos bajo las estrellas… llegará.

ENTUSIASMO: Está claro que cuando ni el Plan A, ni el B, ni siquiera el C pueden hacerse y una directamente tiene que pasar lo menos al Plan Z… se requieren unas buenas dosis de paciencia y entusiasmo, y ahí estaban de nuevo todas estas personitas, nuevas amigas, ayudándome a preparar el fiestón. Zumos de frutas, postres locales, sandía y piña en preciosas rodajas, pancakes «australianos», algas ribereñas del Laos…música, karaoke, guitarra, baile, las velas decorando el suelo de madera en forma de corazón y sonrisas aquí y allá, ¿quién podría pedir más?… pues con ellas todo es posible, y al ritmo de música cubana intentaron seguir mis pasos «latinos»… son fenómenas!!

CREATIVIDAD: No podía faltar… y llegó en forma de preciosa Mandala recogiendo los cinco elementos, de la mano de Joni. Y en una pequeña bolsita artesanal, made by Cassy. Y en el vale por un masaje de 60 minutos de la mano de Dave y con bebidas fresquitas tropicales servidas por Thao. Y en el agitador de viento hecho por A Nong  y en la pluma de Thu y… en todas esas preciosas sonrisas compañeras de aventuras…

CARIÑO: Y los de aquí estuvieron de 10 pero los de allí, los que estáis al otro lado de la pantalla también me sorprendisteis con cada palabra, con cada mensaje, con cada foto, con cada recuerdo, con cada propuesta… estuvisteis genial, me sentí acompañada, me sentí querida, me sentí especial…

Todo ellos regalos mágicos para celebrar mi CUMPLEAÑOS!!! Para sumar un años más, para seguir llenando la mochila de experiencias y sabiduría colectiva, MILLONES DE GRACIAS!!! Achuchones, Eva

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Una mantis, una mariposa…y más amigas!!

Vietnam ha dejado de estar en la lista de los países «pobres» con lo que la ayuda internacional se ha recortado mucho, en nuestro caso un 40%, lo que está afectando a muchos proyectos de la organización. A esto se suma que hace 3 semanas se celebraron elecciones para elegir a los representantes del gobierno dentro del «único» partido que existe aquí, por supuesto el que ganó las elecciones. Este partido ha decidido establecer nuevos parámetros para las organizaciones sociales y éstas se tienen que re-registrar, entre ellas la nuestra. A partir de ahora, sólo las personas con un Doctorado universitario podrán estar en los puestos de dirección o Juntas Directivas, no se podrán incluir palabras en la visión o misión como lobby o lo que es aún peor «sociedad civil»… así es que toca re-inventarse, re-organizarse y re-cortar presupuestos en medio de esta represión de libertades.

Esto ha impactado mucho al trabajo que venía haciendo: la coordinación de la Cooperación Internacional y la red de Centros de Formación en Agroecología… A la organización, desde mi punto de vista, le ha venido grande el susto, no tenían previsto el cambio y el proceso que están siguiendo no está siendo muy adecuado que digamos… y bueno mucha gente se va o se tiene que ir… Gente que cree en nuestro sueño: en crear modelos de vida y aprendizaje diferentes viviendo en comunidad y trabajando con la naturaleza, no en contra de ella. Gente que, como yo, intentamos poner nuestro 100% de energía y amor en cada pasito que andamos, en la cosas que creamos, en el trabajo colectivo, en las semillas que plantamos…

Tia y Sai, mis pequeñas amigas de 11 años marchan con Marty, su papá, un amigo internáutico muy especial, este tipo de personajes que te crean una estrategia de aplicación de nuevas tecnologías de software libre para apoyar a la organización como si tal cosa, abriendo los canales de comunicación, ayudando en la gestión del conocimiento y aplicando los principios de las sostenibilidad en el uso de todos estos aparatejos… alguien que puede marcar la diferencia allí donde va, hacerlo con mucho cariño y sumarse a cualquier idea loca… ahora espero encontrarles en algún momento en la vecina Thailandia…

También se fueron Hong, Thu, Thanh… por diferentes motivos, nuevas ideas para crear otra organización, cansancio y necesidad de respirar, abrirse nuevos caminos, volver a sus raíces e investigar… de cualquier forma, a todos ellos los echo de menos.

Ahora aquí, me toca a mí, pensar como todo esto me está afectando y qué es lo que quiero hacer… seguir luchando por este sueño con esta gente a pesar de que pienso que se están confundiendo, no en el qué sino en el cómo… y ver si puedo cambiar algo, o cambiar de ubicación y aprender por otros rincones de este Planeta, de otras gentes, de otros lugares mágicos… Me cuesta, me cuesta mucho decidir, éste lugar es único…

Me levanto y hago yoga, me acompaña una mariposa naranja que durante toda la sesión se ha ido posando sobre diferentes partes de mi cuerpo acompañándome en cada movimiento, ayudando en la sanación, compartiendo el camino de la toma de decisiones… termino los ejercicios e intento meditar un rato… aparece una mantis con el dibujo de dos ojos en sus alas, espectacular, sorbe el líquido de una gota de mi sudor que cayó mientras me movía… y las veo a las dos, la mantis y la mariposa… parece que se saludan, que hablan, que comentan… que me miran… ¿qué me querrán decir?… Bajo al río, y  flotando me dejo arrastrar por la corriente, fluir, con el viento rozando mi rostro… más mensajes… más direcciones en mi brújula personal… muchas ideas…

Y vuelvo, y  me siento en otro rinconcito de Paz, y leo las maravillosas palabras que otro amigo desde lejos me manda por el ciberespacio, palabras de Jorge Bucay que aquí os dejo y que también me ayudan hoy a seguir sonriendo en medio de la incertidumbre, en estos interesantes tiempos de cambio, en medio de la recarga de energía positiva para seguir caminando despacio pero segura, para transformarme de orugilla moteada a linda mariposa…

Gracias a todas vosotras que me hacéis ser lo que soy!!! Eva

QUIERO…..

Quiero que me oigas, sin juzgarme.

Quiero que opines, sin aconsejarme.

Quiero que confíes en mí, sin exigirme.

Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mí

Quiero que me cuides, sin anularme.

Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mí.

Quiero que me abraces, sin asfixiarme.

Quiero que me animes, sin empujarme.

Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mí.

Quiero que me protejas, sin mentiras.

Quiero que te acerques, sin invadirme.

Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten, que las aceptes y no pretendas cambiarlas.

Quiero que sepas, que hoy, hoy puedes contar conmigo.

Sin condiciones.

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Democracia: El poder-gobierno del pueblo

Que curiosa es la vida, un día te levantas y descubres que tu país, España, por fin ha comenzado a despertar, ha decidido salir a la calle a reclamar lo que siempre fue suyo, lo que siempre fue del pueblo, sus sueños, su salud, su educación, su identidad, su trabajo… Qué grande!!! Me siento muy orgullosa, y mi corazón palpita a cada instante como si estuviera allí, sintiendo las vibraciones del momento, la excitación de la lucha por las libertades, el trabajo colectivo, el diálogo pacífico… Vamos amigas/os, vamos!… lo que estáis haciendo es muy grande y está contagiando al mundo, están saltando chispas de ilusión por un cambio que es posible. Si este sistema capitalista erróneo fue «Mind-made», ahora podemos crear algo nuevo, algo auténtico, algo justo, algo diverso y adecuado para nosotras/os, claro que sí!!

Pero no estoy allí, estoy aquí en Vietnam, donde la Democracia es una palabra impronunciable.  Un país en el que apenas 5 días atrás, 28 personas pertenecientes a la étnica minoritaria H’mong, que se manifestaban junto a otros miles, fueron asesinadas brutalmente por el ejército en la remota provincia de Dien Bien, por demandar reformas en la tierras, por oponerse a la tala ilegal, por pedir libertad de culto y creencias al régimen comunista que dirige este país desde Hanoi, la capital.

Por suerte, en un pequeño reducto de este país, donde ahora vivo, queda un «espero» indestructible equipo de personas con la mente y el corazón abiertos «todo lo posible» es decir, todo lo que les/nos deja nuestra influencia cultural, nuestras creencias, nuestro conocimiento…Aquí, 4 jóvenes indígenas procedentes de las etnias minoritarias H’mong, San Diu y Thai, ellos son Vu, Su, Vin y Thanh tratan de gestionar este maravilloso territorio en busca de una comunidad sostenible en la que las personas envueltas en ella entiendan el término democracia participativa. No es tarea fácil y APRENDEMOS HACIENDO… mi papel es facilitarles este proceso, crecer junto a ellos, animarles y arroparles en el camino, intercambiar «sabiduría» y alcanzar nuestro sueño. Vamos muy poquito a poco, pero nos movemos… y ahora con este impulso que me llega desde España, se me llena el alma de fuerza para avanzar.

En esas estamos amigas, mientras vosotras acampáis en todas esas preciosas plazas españolas, que desde hace ya tiempo estaban reclamando más vidilla, más pasión, más pueblo unido… que jamás será vencido ;-). SENTADAS EN EL FUEGO!! La Semilla crece… Otra Luna Llena, muy llena!! MIL GRACIAS!! Eva

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Sorpresas

La vida está llena, cargada de sorpresas. Éstas, a veces son buenas y otras malas, según se mire, según te encuentres, depende, todo depende… ya lo decía la canción.

Los vientos del oeste no me trajeron buenas noticias esta semana, me trajeron una mala sorpresa. Mar se ha ido, y con ella, un montón de peculiares momentos, como ella, peculiar persona. Incomprensión, compasión, miedo, frustración, soledad…todo esto cruzó por mí esa noche, y al día siguiente, y ahora a ratos… Me costó desde la distancia entender lo que me estaban contando y encontrar un abrazo amigo para estrujar todas las emociones que cruzaban juntas mi corazón. Corrí, hablé con la Luna, planté algunas semillas, me bañé en el río varias veces, observé a los martines pescadores que lo cruzan, intenté compartir algunas anécdotas con gente que no la conocían, hablé con vosotros los de siempre, con lo que no hacen falta palabras, los que estáis tan presentes a pesar de la distancia y los cables del ordenador… y la pregunté, sí a ella, a Mar.

Ahora voy a seguir con lo mío, siento que es lo que tengo que hacer, siento que es lo que soy, y en esto por supuesto, Mar ha tenido que ver…

Así es que, este fin de semana comenzaron de nuevo algunas sorpresas de las buenas. Lam y Don, dos curiosos personajes que viven en mi comunidad, los carpinteros, los manitas, vinieron a ayudarme con mi jardín. Querían regalarme algunas plantas de menta para mi espiral y estuvimos poniendo unas guías naturales, con las ramas cortadas de un árbol muerto al que Don se subió como si tal cosa, machete en boca e imagina que andas por el suelo… para mis calabacines gigantes, bueno o algo que se le parece, ya os enseñaré fotos del fruto cuando salgan.

Además cosechamos los plátanos verdes y los envolvimos en hojas, los metimos en una vasija grande y ahí pasarán unos días para que maduren. Luego, tiempo para tomar un té y enseñarles a jugar al dominó… la verdad es que pasar un rato con ellos es aprender maravillas locales, eso sí nuestra comunicación, aunque muy espontánea, sigue siendo corporal… risas, dibujos, muecas y miradas.

Luego la tarde del sábado continuaba con un partido de un semi-rugby improvisado entre matorrales, el terreno más abierto que pudimos encontrar, tarde de deporte multicultural (Vietnam, Laos, Australia, NZ y España representadas)… tengo que decir que a pesar de la estrategia de «bájale los pantalones» mi equipo perdió, pero … y si somos los mejores, bueno y qué, bueno y qué!!

Hoy, domingo, día de relax, regar un poco el huerto, leer, yoga y tarde con los pequeñajos… Tia, Sai y Tyo, mis amigas/o de 9 y 10 años, somos el Dolphin Team… conseguimos nuestro propósito, bajar el río flotando desde la House number 3 a la House number 1 (la casita donde vivo). Misión cumplida, culo algo raspado pero sonrisa en boca… cerramos la hazaña pintando algunas de la piedras del río y construyendo nuestro círculo mágico de rocas…seguiremos la aventura con nuevas ideas estoy segura 😉

Éstos son algunos de los momentos eternos de mi vida en HEPA… quería compartirlos. Eva

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Colorida Si Ma Cai

Vivo en la carretera… dentro de un autobús”… tras dos días de singular viaje encontramos frente a nosotras una panorámica singular de sinuosos caminos carreteros sin asfaltar circulando entre agrestes montañas escarpadas, cultivadas de arriba a abajo utilizando terrazas que han sido aradas a mano y como mucho con algún búfalo que pudo llegar a las zonas de menor pendiente. Son los paddy, las terrazas de arroz, bellas en cualquier época del año por su curioso diseño usando el contorno o las curvas de nivel que la montaña ofrece.

Aquí la densidad de la población es de unas 128 personas por Km2. Y a pesar de las terrazas de arroz el 66,7% del cultivo es maíz. Aunque es dificil medirlo y todo depende de los parámetros que se usen, el 45% de la población se encuentra por debajo del índice de pobreza según estimaciones del gobierno.

Syngenta, uno de los grandes monstruos de los transgénicos ha llegado hasta aquí introduciendo algunas de sus agresivas semillas y creando un círculo infinito de dependencia. Además el uso prolongado e intesivo de fertilizantes está destrozando la fertilidad del suelo. A estos retos hay que sumar que todavía hay zonas en las que no se ha reconocido aún el derecho de custodia y gestión de los bosques y tierras a las comunidades indígenas. Por si esto fuera poco, China, que está a sólo unos pasos de aquí, llegó a un convenio con el gobierno vietnamita para promover el cultivo del tabaco. Aquí se planta, vuelve a China para ser procesado y luego de vuelta aquí para ser vendido… y ¿qué queda en estas tierras?… porca miseria… Por útlimo, el agua es un recurso escaso que enfrenta a los grupos minoritarios… Pues así estamos…

En medio de todo este follón, se encuentra Farmer Field School Simacai, otro de nuestros enclaves de trabajo para la transformación. Thu Lao, Sa Pho, Nung, Thay, Dzao y por supuesto la etnia minoritaria que domina este bello paraje, los H’Mong. Estas son algunos de las comunidades que mantienen sus raíces, cultura, lengua, vestimendas, constumbres y tradiciones desde tiempos atrás a pesar de todo el gigantesco impacto y presión que la cultura dominante está ejerciendo sobre ellos, y de donde proceden nuestras estudiantes.

Nos sumergimos en sus vidas, intentando bucear con cariño, respecto y comprensión para profundizar nuestro entendimiento mutuo y poder desarrollar mejoras en nuestros programas educativos y de desarrollo local y en nuestra red internacional. Lavamos los platos con la cáscara del arroz molida (para ahorrar agua), participamos en una boda H’Mong, paseamos entre los cultivos, cuidamos los plantones de especies autóctonas de árboles que serán replantados pronto para seguir recuperando el bosque, asistimos al Encuentro de Antiguas alumnas que quieren crear una Red de Acción Local, paseamos entre los mercados locales, bailamos al son de la música tradicional, conversamos con élderes y me visto de bellos colores para acortar nuestras diferencias.

Los H’Mong son gente especial, les admiro por su determinación y duro trabajo. Su interesante organización basada en el liderazgo y en el respecto y consideración de los élderes (las personas ancianas con más sabiduría dentro de la comunidad) ofrece importantes lecciones. La mujer aunque es una de las llaves de la comunidad, con tristeza tengo que decir que no tiene un papel relevante en la toma de decisiones. Se levantan al alba, con las primeras luces, para pelear cada día para tener algo para comer. Los niveles de educación son ínfimos y las posibilidades futuras, aunque muy variadas dependiendo de la familia en la que hayas nacido, muy pequeñas. Sigo aprendiendo de su forma de hacer, de su forma de entender…

Con todo ésto aquí estamos, buscando un “rescate” mutuo entre civilizaciones, dónde podamos encontrarnos en un punto intermedio que no signifique la vuelta atrás al mundo de las cavernas ni una caída precipitada y tormentosa en este mundo del derroche extremo y desmedido occidental. A ver que pasa… Besos, eva

Nature est mater et magister

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